The Secret Machine, el nuevo DVD “sponsored by Globe” que se estrenó el 29 de Julio en el mítico cine La Paloma, en Encinitas (California) lo hizo con polémica incluida. ¿Os imagináis una manifestación contra una película de surf? Eso es justo lo que ocurrió. Hablemos primero de la polémica y después de la película para entender el trasfondo de toda esta historia.
¿Cuál es la polémica? El conocido camarógrafo de surf Sonny Miller acusa a Globe de haber utilizado una computadora (¿the secret machine?) para editar de manera automática esta película de surf. Según parece, con la ayuda de este software se han creado escenas que mezclan fantasía y realidad, algo que constituye un desprecio a la forma tradiconal de hacer películas de surf.
¿Y qué dice Globe? “Esto no es más que una máquina que hace películas para la gente”, explica Michael Marckx de Globe. “A algunos de los que hacen películas de manera tradicional, no les gusta que una maquina haga películas para ellos” en clara referencia a Sonny Miller.
Para entender el cambio en la manera de hacer películas de surf nos tenemos que remontar a Carlsbad, en las afueras de San Diego, en el año 1.992. Durante 3 meses viví de alquiler en la casa de Sony Miller y sus amigos (si, fué una experiencia increible, otro día os la cuento).
Cada vez que tenían que editar una película, conducían en furgoneta desde San Diego a Los Ángeles, alquilaban los equipos de edición de video y se tiraban 3 o 4 días y sus noches editando un porrón de horas de video hasta dejarlas en 9 o en 10. ¡Les salían unas ojeras de vampirescas!
Solo entonces alquilaban el carísimo estudio de producción y postproducción en donde las nueve horas adelgabazan hasta los 60 minutos y se cocinaba el producto final. Era un producto totalmente artesano en su mayoría, aunque utilizaba los medios tecnológicos disponibles entonces en su fase final.
Yo veo aquí hay dos temas distintos pero relacionados entre si: las horas de grabación y edición que ahorran las nuevas tecnologías y el nuevo tipo de películas de surf que nos depara el futuro. Vamos por partes.
Los nuevos programas de software automatizan muchas de las horas que Sony Miller y muchos otros editores de video de surf han tenido que meter delante de la pantalla.
Las pelis de animación de Disney utilizan tecnologías avanzadas de diseño de dibujos que ahorran muchas horas de trabajo y como son digitales, se “fabrican” en paises en vías de desarrollo donde los sueldos son más baratos. El trabajo duro fuera y el “valor añadido” (hacer marca, la creatividad y esas cosas) se queda en casa.
No quiero decir que gente como Sonny Miller vaya a perder su trabajo pero si digo que la parte más farragosa de su trabajo se acabará automatizando en gran parte. A un editor sin embargo, no lo puede reemplazar ninguna máquina.
Por otro lado está la tendencia hacia donde “caminan” las pelis de surf. Después de ver el trailer de “la máquina secreta” (solo el título ya es la pera), no me extrañará ver pronto un nuevo modelo de DVDs de surf más futuristas en los que se mezclará realidad con surf de fantasía y música de Cristian Varela. ¿Esto, es bueno o es malo? Dejo que cada cual juzgue por si mismo. De lo que estoy seguro es de que esta tendencia es imparable.
¿Cuál es la polémica? El conocido camarógrafo de surf Sonny Miller acusa a Globe de haber utilizado una computadora (¿the secret machine?) para editar de manera automática esta película de surf. Según parece, con la ayuda de este software se han creado escenas que mezclan fantasía y realidad, algo que constituye un desprecio a la forma tradiconal de hacer películas de surf.
¿Y qué dice Globe? “Esto no es más que una máquina que hace películas para la gente”, explica Michael Marckx de Globe. “A algunos de los que hacen películas de manera tradicional, no les gusta que una maquina haga películas para ellos” en clara referencia a Sonny Miller.
Para entender el cambio en la manera de hacer películas de surf nos tenemos que remontar a Carlsbad, en las afueras de San Diego, en el año 1.992. Durante 3 meses viví de alquiler en la casa de Sony Miller y sus amigos (si, fué una experiencia increible, otro día os la cuento).
Cada vez que tenían que editar una película, conducían en furgoneta desde San Diego a Los Ángeles, alquilaban los equipos de edición de video y se tiraban 3 o 4 días y sus noches editando un porrón de horas de video hasta dejarlas en 9 o en 10. ¡Les salían unas ojeras de vampirescas!
Solo entonces alquilaban el carísimo estudio de producción y postproducción en donde las nueve horas adelgabazan hasta los 60 minutos y se cocinaba el producto final. Era un producto totalmente artesano en su mayoría, aunque utilizaba los medios tecnológicos disponibles entonces en su fase final.
Yo veo aquí hay dos temas distintos pero relacionados entre si: las horas de grabación y edición que ahorran las nuevas tecnologías y el nuevo tipo de películas de surf que nos depara el futuro. Vamos por partes.
Los nuevos programas de software automatizan muchas de las horas que Sony Miller y muchos otros editores de video de surf han tenido que meter delante de la pantalla.
Las pelis de animación de Disney utilizan tecnologías avanzadas de diseño de dibujos que ahorran muchas horas de trabajo y como son digitales, se “fabrican” en paises en vías de desarrollo donde los sueldos son más baratos. El trabajo duro fuera y el “valor añadido” (hacer marca, la creatividad y esas cosas) se queda en casa.
No quiero decir que gente como Sonny Miller vaya a perder su trabajo pero si digo que la parte más farragosa de su trabajo se acabará automatizando en gran parte. A un editor sin embargo, no lo puede reemplazar ninguna máquina.
Por otro lado está la tendencia hacia donde “caminan” las pelis de surf. Después de ver el trailer de “la máquina secreta” (solo el título ya es la pera), no me extrañará ver pronto un nuevo modelo de DVDs de surf más futuristas en los que se mezclará realidad con surf de fantasía y música de Cristian Varela. ¿Esto, es bueno o es malo? Dejo que cada cual juzgue por si mismo. De lo que estoy seguro es de que esta tendencia es imparable.
Por cierto, que le den a las grandes productoras y a las grandes marcas, yo a lo mio, hoy me di un baño raspador en la izquierda del bunquer
1 comentario:
Como siempre, acierto tuyo en el artículo y muy interesante.
Un saludo de nuevo!
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